El pasado lunes 17 de marzo se volvió a reunir la Mesa de la Vivienda - Islas Baleares, constituida por los mismos de siempre, los mismos agentes, los mismos expertos, las mismas repetidas presencias, las mismas repetidas ausencias y, como era de esperar, los mismos repetidos resultados. Además de la foto de rigor, que no deja de tener su importancia, esta vez han elaborado un documento con 25 medidas para ofrecer vivienda barata y frenar los desahucios en Baleares. Medidas que estarían bien si no tuviésemos memoria y no fuese como un "deja vu", medidas que ya se han propuesto en otros momentos y que no han realizado o bien porque son irreales o bien porque el marco de las leyes (Europa existe) que tenemos lo imposibilitan o bien por la ineptitud y vagancia de las autoridades responsables pertinentes, más aficionadas a los grandes soliloquios y discursos grandilocuentes y populistas que a arremangarse y ponerse a la labor: facilitar el acceso a la vivienda a la ciudadanía, especialmente a las clases con más dificultades y precariedad económica para ello.
Pero tanto da, mientras se sigue con este cinismo y demagogia, quienes no pueden acceder a la vivienda son los que padecen esta situación, los que viven el hacinamiento o en precariedad habitacional o en infraviviendas o en chabolas o, directamente, en la calle, pero claro, estas situaciones caen tan lejos a nuestros representantes políticos... Y mientras que la más que creciente desigualdad social se ha encargado de poner a cada uno en su escalafón, nuestro conseller del ramo, el Sr. Marc Pons, necesita encargar otro estudio, por valor de 200000 euros para saber la situación exacta de la vivienda en Baleares, a pesar de que ¡ya dan 25 soluciones! Así nos va, así nos luce, así no aciertan ni cuando se equivocan.
Mal futuro para todos los precarios de vivienda en Baleares si no se movilizan, si no se empiezan a organizar entre ellos, si no empiezan a exigir vehementemente y con rotundidad soluciones a las Administraciones e Instituciones. Una verdadera implicación más allá de alguna reunión y de la foto, para hacer efectivo el tan cacareado como pisoteado derecho constitucional (y humano y social) al acceso a una vivienda digna y adecuada (Art. 47 Constitución Española) y las obligaciones de los poderes públicos a que este derecho se haga efectivo.
Para ello se necesita que gestionen más y mejor, que trabajen con honestidad y pospongan las fotos, que comiencen a legislar desde la realidad y con valentía, aplicando verdaderas políticas de vivienda, acompañadas de otras medidas sociales y, lógicamente, dotadas presupuestariamente. El resto, será más de lo mismo, criba de humo, inauguración de solares, falsas promesas e inauguración de viviendas, pero en países extranjeros. Y mientras, nuestros conciudadanos, nuestros vecinos malviviendo, en la intemperie debido a la ineptitud y los bastardos intereses de nuestros políticos y de los poderes financieros.